La axiología del docente universitario a distancia y su conexión con las metodologías activas
Distance university teachers’ axiology and its connection to active methodologies
Fernanda Elizabeth Sarango Solano, ferelisa23@hotmail.com
Universidad Nacional de Educación. Ecuador
https://orcid.org/0000-0002-3790-0315
DOI: 10.5281/zenodo.14545056
Palabras clave
Metodologías
Educación superior a distancia
Axiología
Resumen: Este artículo aborda un estudio cuyo objetivo es analizar la relación entre el aspecto axiológico del docente universitario a distancia y el uso de metodologías activas. La investigación, de carácter cualitativo, utilizó un enfoque narrativo y aplicó técnicas como un cuestionario dirigido a estudiantes de último año de la carrera de Pedagogía de los Idiomas Nacionales y Extranjeros (PINE) en una universidad de modalidad a distancia y abierta, así como entrevistas a los docentes considerados memorables por los estudiantes. Los resultados concluyen que existe una estrecha relación entre el aspecto axiológico, relacionado con los valores y la ética del docente, y el uso de metodologías activas. Esto significa que los docentes, a través de sus principios y creencias, buscan fomentar la autonomía y un aprendizaje significativo en los estudiantes de modalidad a distancia.
Keywords
Methodologies
Higher distance education
Axiology
Abstract: This article addresses a study whose objective is to analyze the relationship between the axiological aspect of distance university teaching and the use of active methodologies. The research, of a qualitative nature, used a narrative approach and applied techniques such as a questionnaire aimed at final year students of the Pedagogy of National and Foreign Languages (PINE) degree at a distance and open university, as well as interviews. to teachers considered memorable by students. The results conclude that there is a close relationship between the axiological aspect, related to the values and ethics of the teacher, and the use of active methodologies. This means that teachers, through their principles and beliefs, seek to promote autonomy and meaningful learning in distance learning students.
Cómo citar:
Sarango, F. (2025). La axiología del docente universitario a distancia y su conexión con las metodologías activas. Revista Varela, 25(70):e2025257004.
Recibido: noviembre de
2024, Aceptado: diciembre de
2024, Publicado: 1 de enero de
2025
La educación en modalidad a distancia y abierta ha ganado relevancia por su flexibilidad y accesibilidad, permitiendo a los estudiantes estudiar desde casa en los horarios que mejor se adapten a sus necesidades. En la sociedad actual, es fundamental ofrecer opciones que les permitan equilibrar sus responsabilidades personales y académicas. Sin embargo, esta modalidad también plantea desafíos importantes, como la necesidad de que los docentes desarrollen competencias digitales sólidas, la creación de conexiones emocionales efectivas con los estudiantes y la adopción de metodologías activas que enriquezcan el aprendizaje a distancia. En otras palabras, el docente debe ir más allá de la pantalla y ajustar sus estrategias para que el aprendizaje resulte significativo y relevante para el estudiante.
La labor del docente en modalidad a distancia presenta algunas particularidades, entre ellas el manejo de herramientas tecnológicas, el desarrollo de habilidades socioemocionales, entre otras, que requieren que el docente desarrolle algunas habilidades y competencias específicas a su contexto educativo. En relación al manejo de herramientas tecnológicas, Aretio (2002) menciona que los docentes a distancia deben dominar una amplia variedad de herramientas tecnológicas para diseñar, gestionar y evaluar los procesos de enseñanza -aprendizaje, lo cual implica una profunda adaptabilidad tecnológica.
Respecto a las habilidades socioemocionales, tales como la empatía es un gran desafío desarrollarla a través de los diferentes medios tecnológicos, esta requiere de habilidades comunicativas y medios distintos a las de una modalidad presencial. A esto Aretio, Corbella y Figaredo (2007) sostienen que esta conexión se la puede vivenciar como un seguimiento más constante al estudiante a través de los encuentros síncronos y asíncronos, y el uso de mensajes motivadores en foros y correos electrónicos.
Otra de las particularidades de la labor docente en modalidad a distancia, es fomentar la autonomía en sus estudiantes. Los docentes promueven actividades con enfoque de autogestión y desarrollo de habilidades críticas. Es decir, los docentes diseñan actividades que permiten a los estudiantes establecer sus propias metas de aprendizaje y reflexionar sobre su progreso. Según Zimmerman (2002), la autorregulación es un proceso por el cual los estudiantes establecen metas, monitorean su progreso y ajustan sus estrategias de aprendizaje, para lograr un buen desempeño académico y personal. Asimismo, fomentar la interacción entre pares a través de foros de discusión y grupos de trabajo en línea no solo enriquece la experiencia de aprendizaje, sino que también anima a los estudiantes a compartir sus ideas y recursos, lo que refuerza su autonomía (Garrison, 2003)
En este contexto, el objetivo de este trabajo es analizar la relación entre el aspecto axiológico del docente universitario a distancia y el uso de metodologías activas, explorando cómo los valores y la ética del docente influyen en la implementación de estrategias que fomenten un aprendizaje profundo y transformador en los estudiantes.
En esta sección se presenta la teoría de la acción racional que fundamenta este trabajo, junto con los subtemas relacionados, como la axiología del docente, las particularidades de la docencia a distancia y el uso de metodologías activas en la educación superior.
En cualquier investigación, la teoría que fundamenta el estudio es la piedra angular que orienta el análisis y determina el enfoque metodológico. En este sentido, la teoría de la acción racional de Weber (1984) proporciona un marco clave, destacando cómo las decisiones de los individuos se guían por objetivos y valores específicos. Según Weber, la acción racional implica que los sujetos eligen su comportamiento evaluando tanto las posibles consecuencias como sus principios éticos y personales. Este enfoque es particularmente relevante en estudios que examinan la influencia de los valores en las prácticas profesionales, ya que subraya la importancia de la ética y la finalidad en la toma de decisiones.
Además, la teoría de Weber permite explorar la relación entre el contexto social y la acción individual, señalando que, aunque las decisiones son personales, se encuentran influenciadas por normas y valores compartidos. Esto sugiere que el análisis de las acciones de los individuos en entornos educativos o profesionales no solo debe considerar la motivación interna, sino también los marcos culturales y sociales que condicionan sus elecciones. Por lo tanto, la teoría de Weber ofrece una perspectiva integral que permite comprender la complejidad de la acción humana en función de objetivos racionales, valores éticos y el contexto social en el que se desenvuelven los sujetos.
Asimismo, Weber distingue dos tipos de racionalidad en la acción social: la acción racional con arreglo a fines (zweckrational) y la acción racional con arreglo a valores (wertrational). La primera se basa en una lógica instrumental en la que el individuo calcula los medios más efectivos para alcanzar objetivos concretos, mientras que la segunda se orienta a la adhesión a principios éticos o creencias sin considerar las consecuencias prácticas (Aguilar, 2020). Esta distinción refleja cómo la racionalidad guía las decisiones humanas no sólo en términos materialistas, sino también a través de convicciones personales profundas, formando un marco amplio que permite estudiar la conducta social más allá de lo simple.
La axiología o teoría de los valores, es un sistema formal que se enmarca en identificar y medir los valores de las personas a partir de sus estructuras y contextos individuales. Estos valores son los que dan sentido y coherencia a las acciones humanas, ya que para una determinada situación se ve implicada la noción de elección del ser humano por valores morales, éticos, estéticos y espirituales.
Dentro de la axiología se encuentran los valores, los cuales pueden definirse como aquellos principios, cualidades o virtudes que pueden caracterizar a un individuo, a una acción o a un objeto. Estos valores reflejan las características que tiene cada ser humano ya que le ayudan a actuar de una manera determinada y que forman parte de sus creencias formando la conducta, intereses y los sentimientos de cada individuo (Rivas et al., 2022).
La ética es uno de los valores que integran la axiología En el ámbito educativo, los valores éticos, son esenciales en la práctica docente, ya que configuran la ética profesional del educador. De hecho, su labor es continuamente observada desde todos los ámbitos, ya que los maestros tienen la importante tarea de formar personas, consolidar valores, promover actitudes de respeto y enseñar siempre con el ejemplo. Son quienes inspiran a sus estudiantes, quienes esperan con entusiasmo aprender de ellos. Los docentes no solo buscan el bien de la comunidad, sino también su propia realización, que se refleja en los valores éticos que transmiten en cada lección y acción (Sánchez y González, 2016).
En cuanto a los valores morales, estos se relacionan con las convicciones personales del docente y con los principios que orientan su vida fuera del ámbito educativo. La moralidad en la docencia implica actuar de acuerdo con principios universales, tales como la empatía, la responsabilidad y el compromiso con el bienestar de los demás (Camelo et al., 2020). Es decir, los docentes se convierten en referentes, influyendo en la formación de la identidad moral y ética de sus alumnos.
En relación a los valores profesionales, Cortina (2000) sostiene que la profesión va más allá de una ocupación que permite obtener ingresos y estatus social.
En el ámbito educativo algunos valores profesionales, tales como la competencia, el compromiso y la actualización continua, son indispensables para garantizar un proceso de enseñanza aprendizaje de calidad. De acuerdo a Garcés (2010), la competencia profesional no solo se mide por sus conocimientos, sino también por su capacidad para adaptarse a los cambios y mejorar continuamente sus prácticas pedagógicas.
Las metodologías activas en educación han ganado relevancia en las últimas décadas, respondiendo a las necesidades de los estudiantes de la nueva era. En este sentido, es fundamental identificar cuáles de estas metodologías son efectivas dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Estas metodologías fomentan el trabajo en equipo, incentivan el pensamiento crítico y dejan de lado el enfoque repetitivo y memorístico de las metodologías tradicionales. Los estudiantes actuales requieren una enseñanza precisa, directa y activa, en la que puedan asumir un rol protagónico en su propio aprendizaje. Según Morales y Veytia (2022), estas metodologías se han enriquecido con el uso de la tecnología, permitiendo que el estudiante actúe, proponga y se motive hacia una mayor autonomía.
García y Marrero (2024) proponen varias metodologías activas para la educación a distancia, entre ellas la videoconferencia virtual, cuyo objetivo es fomentar una interacción efectiva entre los participantes. Además, destacan la importancia de la retroalimentación efectiva y la colaboración para el aprendizaje, elementos esenciales para enriquecer la experiencia educativa en entornos virtuales.
Por otro lado, Bernal y Martínez (2017) resaltan la práctica reflexiva como una metodología activa fundamental, aunque las investigadoras no se centran en la educación a distancia, el potencial de la práctica reflexiva permite un ajuste adecuado para esta modalidad. En metodología, un experto guía la reflexión de los estudiantes a partir de una experiencia específica, promoviendo una comprensión más profunda del aprendizaje. Esta temática está estrechamente relacionada a los aspectos meta cognitivos y se plantea que estos son tan importantes como implementar metodologías activas, ya que ambos fomentan el desarrollo de pensamientos reflexivos orientados al aprendizaje significativo. Este enfoque está estrechamente relacionado con la práctica reflexiva, promoviendo una comprensión más profunda y consciente en el proceso educativo (Abad, 2021).
La clase o aula invertida es otra metodología clasificada como activa, según Guayanlema et al. (2023). Con esta metodología, los estudiantes se sienten más motivados y muestran mayor atención e interés en las clases de inglés. Además, el aula invertida les brinda la oportunidad de realizar tareas de forma autónoma, promoviendo así su independencia en el aprendizaje.
En cuanto al abordaje metodológico, este estudio cualitativo, realizado con estudiantes de Pedagogía de los Idiomas Nacionales y Extranjeros (PINE) en una universidad a distancia en Ecuador, emplea el método narrativo para captar la experiencia educativa desde la perspectiva de los estudiantes. A través de un cuestionario en Google Forms, se recogieron respuestas de 53 estudiantes de último año, quienes identificaron a sus docentes más destacados.
Los tres docentes con más nominaciones participaron en entrevistas en profundidad, donde compartieron su historia de vida y sus estrategias en educación a distancia, valorando tanto la postura como la voz de estudiantes y docentes. Para el análisis de datos, se utilizó la técnica de análisis de contenido, organizando la información en matrices y categorías de forma manual, siguiendo el enfoque de Martínez (2007), que resalta la importancia de una interpretación creativa y abierta de los datos.
Los participantes de este estudio fueron estudiantes en formación en el área de Pedagogía de los Idiomas Nacionales y Extranjeros (PINE) en una universidad privada de modalidad a distancia y abierta en Ecuador. La investigación tiene un enfoque cualitativo y emplea el método narrativo, el cual, puede expresarse de manera escrita o hablada. La riqueza de este método radica en que captura la esencia de la experiencia de quienes deciden narrar, resaltando eventos particulares y contextuales a través de la voz de los participantes.
En este contexto, el cuestionario-invitación fue el instrumento más adecuado para recabar información. Este cuestionario, enviado a todos los estudiantes de séptimo y octavo ciclo (correspondiente al último año de formación) a través de Google Forms, incluía preguntas abiertas y cerradas para identificar al "docente memorable." Un total de 53 estudiantes de PINE respondieron a la encuesta. Tras identificar a los docentes con más nominaciones, se procedió a entrevistar en profundidad a los tres con mayor número de votos, en sesiones de aproximadamente dos horas cada una, realizadas por la plataforma Zoom.
Las entrevistas se centraron en su historia de vida y en las metodologías empleadas en la enseñanza en modalidad a distancia y abierta.
Para el análisis de datos, se utilizó la técnica de análisis de contenido. La información fue organizada en matrices, codificada y categorizada manualmente, siguiendo el enfoque de Martínez (2007). Según este autor, la categorización, el análisis y la interpretación son procesos mentales conectados que requieren concentración, creatividad y una mentalidad abierta para procesar y transformar la información recopilada de manera efectiva y que sea entendible para el lector.
En este apartado se combinó información de los autores del marco teórico con respecto a las metodologías activas, relacionado con la información que prevé la encuesta, la entrevista y la posición de las investigadoras. La Tabla1 muestra la relación entre las metodologías activas, las entrevistas realizadas a los tres docentes memorables y la encuesta aplicada a los 53 estudiantes de último año de la carrera.
Tabla 1
Metodologías Activas en Educación a Distancia
Metodologías activas |
Entrevista a docentes memorables |
Encuesta a los estudiantes |
Videoconferencia virtual |
Relación docente - estudiante |
Apoyo y acompañamiento |
Práctica reflexiva |
Mediación del aprendizaje |
Competencia profesional y metodológica |
Clase o Aula invertida |
Preparación anticipada |
Participación activa y colaborativa |
La video-colaboración virtual en educación a distancia es una herramienta indispensable, ya que facilita la interacción entre docente y estudiante, generando así un flujo constante de comunicación y apoyo entre ambos actores. Uno de los estudiantes menciona que “estas sesiones en línea nos permitieron interactuar con él docente en tiempo real, hacer preguntas y resolver dudas al instante...”. Es decir, a través de esta herramienta tecnológica los estudiantes se sienten acompañados y motivados a participar activamente, ya que reciben una atención cercana y constante que facilita su aprendizaje. A esto, Aretio et al., (2007) sostienen que esta conexión socioemocional con el estudiante a distancia se la puede vivenciar como un seguimiento más constante al estudiante a través de los encuentros síncronos y asíncronos.
Por otro lado, en palabras de un docente “sí he tenido estudiantes que se han quedado para platicar de otras cosas, a veces de otras materias también”, esto evidencia que, la video-colaboración crea un espacio en el que los estudiantes se sienten cómodos para dialogar, incluso sobre temas que van más allá de la asignatura, reforzando la relación de confianza y el apoyo docente. En esta frase, también se evidencia la axiología del docente, demostrando su empatía, ya que no se limita a los temas meramente académicos. Para Camelo y Rodríguez (2020), la moralidad en la docencia implica actuar de acuerdo con principios universales, tales como la empatía, la responsabilidad y el compromiso con el bienestar de los demás.
En el caso de la práctica reflexiva, se pudo identificar que los docentes analizan y describen conscientemente sus métodos de enseñanza y las estrategias de interacción con sus estudiantes, destacando la mediación del aprendizaje. Un docente plantea “Les trato de resumir lo más que puedo los contenidos de la semana, o sea, digo y estas partes a lo mejor se les va a ser un poco más complicadas, entonces me voy a enfocar en esas partes, ya les explico brevemente y les hago, a ellos que hablen, les hago practicar…”. Esta declaración indica cómo el docente no solo presenta el contenido, sino que también identifica las áreas que pueden resultar desafiantes para los estudiantes, enfocándose en ellas para asegurar la comprensión del tema de estudio. Adicional, se refleja el profesionalismo del docente, en la que aborda su labor: al ser consciente de las dificultades que pueden enfrentar sus alumnos, actúa con empatía, ética y responsabilidad. Los docentes no solo buscan el bien de la comunidad, sino también su propia realización, que se refleja en los valores éticos que transmiten en cada lección y acción (Sánchez y González, 2016).
Como complemento, un estudiante manifiesta que “Su profesionalismo y dedicación (de una de las docentes memorables) han hecho que el material presentado sea completo y preciso. Su exigencia ha sacado lo mejor de mí.” En este sentido, la práctica reflexiva se convierte en un pilar del desarrollo profesional docente, que no solo mejora la calidad de la enseñanza, sino que también promueve el crecimiento personal y académico de los estudiantes. Es así que, Bernal y Martínez (2017) resaltan la práctica reflexiva como una metodología activa fundamental.
Finalmente, la metodología activa como lo menciona Guayanlema et al. (2023), brinda a los estudiantes la oportunidad de realizar tareas de forma autónoma, promoviendo así su independencia en el aprendizaje. Es decir, los estudiantes acceden a los contenidos o temas de estudio antes de la clase virtual, lo que les permite estar preparados y listos para participar de manera activa. Por ejemplo, un docente menciona: “pues yo en la videocolaboración, es diferente; los estudiantes con anticipación ya saben el tema de la unidad, y todos los contenidos a estudiar, porque ya conocen ellos que está en el plan y en el EVA (Entorno Virtual de Aprendizaje). No envío información del tema otra vez. Presento las instrucciones y las preguntas, les hago participar y doy al final un feedback…”. Este enfoque no solo optimiza el tiempo de clase virtual, permitiendo un uso más eficiente del mismo, sino que también estimula a los estudiantes a involucrarse activamente en su proceso de aprendizaje.
Además, la ética en el proceso de enseñanza-aprendizaje juega un papel crucial en la metodología del aula invertida, ya que fomenta responsabilidad en ambos actores. Al facilitar un espacio donde los estudiantes son responsables de su preparación y participación, se establece un compromiso mutuo en el proceso educativo. Esto se refleja en la afirmación de un estudiante: “el material y metodología empleada durante el proceso de mi aprendizaje que utilizaron hicieron que aprenda y lleve los conocimientos a la práctica.” Este comentario resalta cómo la preparación anticipada y el enfoque colaborativo no sólo enriquecen la experiencia de aprendizaje, sino que también permiten a los estudiantes aplicar lo aprendido en contextos reales. Como argumentan Sánchez y González (2016), “los docentes no solo buscan el bien de la comunidad, sino también su propia realización, que se refleja en los valores éticos que transmiten en cada lección y acción.”
De esta manera, el aula invertida no solo se configura como un espacio de adquisición de conocimientos, sino como un entorno ético que promueve la responsabilidad, la autonomía y la aplicación práctica, formando así profesionales más críticos.
En síntesis, los resultados arrojan que, si existe una estrecha conexión entre los valores éticos del docente universitario a distancia y el uso de metodologías activas, las que fomentan un aprendizaje significativo. Docentes que priorizan la conexión humana adoptan estrategias como la videoconferencia, la práctica reflexiva y el aula invertida, promoviendo la participación, autonomía y un aprendizaje profundo en sus estudiantes.
En conclusión, existe una relación estrecha entre el aspecto axiológico del docente universitario a distancia y el uso de metodologías activas. Esto significa que los valores y principios éticos del docente influyen directamente en la elección y aplicación de metodologías que promuevan un aprendizaje significativo. Los docentes que valoran la conexión humana tienden a adoptar metodologías que facilitan la participación activa, la autonomía y el compromiso de los estudiantes, adaptando su práctica educativa para satisfacer las necesidades individuales de sus educandos.
Asimismo, se destacan la video-colaboración, la práctica reflexiva y el aula invertida como metodologías activas que los docentes a distancia emplean en su práctica docente. En relación con la video-colaboración virtual, esta metodología activa contribuye significativamente a fortalecer la relación entre el docente y el estudiante en entornos a distancia. La video-colaboración virtual permite al estudiante sentirse más cercano a su docente, facilitando una interacción que va más allá de la pantalla. Para el docente, esta herramienta fomenta la empatía y permite construir un ambiente de confianza con sus estudiantes, creando una conexión que supera las barreras propias de la modalidad a distancia. Así, la video-colaboración virtual no solo facilita el aprendizaje, sino que también promueve un espacio de comunicación humana y apoyo mutuo, aspectos fundamentales para un aprendizaje significativo.
La práctica reflexiva, por su parte, es percibida por los estudiantes como una muestra de profesionalismo de sus docentes. Para el docente, esta metodología se convierte en una herramienta fundamental para mediar y guiar el aprendizaje. La práctica reflexiva permite al docente promover en los estudiantes un análisis profundo de su propio proceso de aprendizaje, fomentando así un desarrollo académico y personal más integral. Además, esta metodología contribuye a construir un ambiente en el que el aprendizaje se transforma en una experiencia activa y significativa para todos los involucrados.
Finalmente, el aula invertida se considera una metodología activa porque permite que los estudiantes lleguen a clase ya preparados. En este enfoque, los estudiantes participan de manera activa y colaboran en la construcción del conocimiento. Esta metodología promueve un ambiente de aprendizaje dinámico, donde los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar lo que han aprendido previamente, fomentando así un intercambio de ideas más enriquecedor. Además, el aula invertida estimula el desarrollo de habilidades críticas, como la colaboración y la comunicación, lo que contribuye a un aprendizaje más significativo y duradero.
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