Revista Varela, 21 (58), 10-21 | ene-abr 2021 | ISSN: 1810-3413 | Universidad Central “Marta Abreu ” de Las Villas, Cuba
A. González | La lectura crítica en la universidad.
12
personales y familiares del autor. Las circunstancias en que se genera el texto de alguna manera lo afectan, por lo que su conocimiento debe tenerse en cuenta en el momento de la lectura.
El texto . Al analizar la instancia texto hay que identificar su tipología, porque según su naturaleza se comunican los mensajes, así como qué lector modelo se construye a través de su estrategia discursiva y pragmática. En el texto, asimismo, hay que considerar los argumentos o explicaciones que se esgrimen, qué otros discursos le sirven de apoyatura -ya citados o que se puedan vislumbrar sus ecos- para sustentar sus planteamientos y cuáles amonesta o soslaya. Lo anterior se encuentra muy engarzado con el lector modelo que se prefigura y las estrategias discursivas que emplea para interactuar con él (Cassany, 2003).
Cuando se lee críticamente, como se expresó atrás, se arranca de la comprensión de lo que se dice, de poder traducir, establecer relaciones e inferencias de su contenido. Ahora bien, hay que tener en cuenta que ningún discurso es neutro, siempre emerge desde determinada perspectiva, y esta subjetividad de que es portador resiente la objetivad aun en aquellos casos que se desee obviarla.
El autor. La instancia autor es necesario analizarla a partir de las relaciones que mantiene con el contexto. Un autor comprometido con la situación social, económica, política, aunque esta no sea la más reconfortante, puede presentarnos una visión edulcorada, cordial, esgrimirla como una posibilidad estimable; sin embargo, otros autores ante la misma realidad pueden presentar una visión totalmente diferente. Cuando se lee de manera crítica un texto se impone dirimir quién es su emisor, para valorar por qué adopta una u otra postura y el mundo al que invoca.
El lector . El lector, en su función dialógica con el texto al hacerlo funcionar, tendrá en consideración que al igual que el texto él también está situado en un contexto, que tiene una biografía particular y una formación que mediatizan la comprensión. De la misma manera que el texto no es neutral, su comprensión tampoco será neutral; estará influida por su cosmovisión particular, proclive también a ser modificada por los efectos que pueda provocarle el propio texto.
El lector crítico no acepta con docilidad la propuesta literal del texto, ni absolutiza los posibles desentrañamientos de sentidos ocultos; se distancia de él y adopta un pensamiento reflexivo que le permite interrogarlo, indagar su génesis, formularle hipótesis, contrastarlo con otros discursos, evaluarlo, para finalmente arribar a sus propias conclusiones. Para lograr lo anterior se requiere que el lector sea portador de una competencia cultural que le facilite un adentramiento en el texto desde posiciones fundamentadas, apoyadas en la tradición cultural. En la medida que un lector posee más cultura podrá realizar una lectura crítica más profunda, por lo que es posible la existencia de diferentes niveles de lectura crítica.
El texto se actualiza en cada acto de lectura, su abertura no es tal que pueda entenderse deliberadamente. La actualización surge de lo expresado y lo aportado por el lector; se tendrá en cuenta el lector modelo prefigurado y ayudado a construir por el propio texto (Eco, 1993) así como el lector real que coopera, dialoga, con él para darle un significado desde lo personal y abrir nuevas perspectivas de continuidad y ensanchamiento, mediante refutaciones, interrogantes y alternativas de propuestas que lo desbordan y enriquecen.
En consecuencia, leer es:
[ …] dotar de significado todo aquello que se lee: es una interpretación comprensiva de lo que se descubre en la lectura a partir de la propia realidad del sujeto, de su cultura y del contexto de lectura. Así, se incorpora lo leído al propio esquema del lector, valorando reflexiva y críticamente la información. (Hoyos y Gallego, 2017, p. 27)
En suma, la lectura como acto de revivencia, o mejor, de nueva vida, encuentra un momento de plenitud cuando se aborda desde un nivel crítico.
Las precisiones anteriores son válidas para cualquier tipología textual y no solo para los textos literarios o aquellos que se ubican en sus fronteras como el ensayo, las cartas, diarios, etc. También son lícitas para los textos científico-académicos y de otros tipos, siempre y cuando se adecuen a su naturaleza.
L A PROBLEMÁTICA DE LA LECTURA EN LA UNIVERSIDAD
Moreno (2019) , en su artículo Lectura académica en la formación universitaria: tendencias en investigación, expone cómo las investigaciones sobre la lectura en la universidad han experimentado un creciente avance en las últimas décadas. Lo anterior obedece a que los estudiantes que ingresan a la