Revista Varela, 21 (58), 60-68 | ene-abr 2021 | ISSN: 1810-3413 | Universidad Central “Marta Abreu ” de Las Villas, Cuba Y. López, M. Moreno y E. Martínez | Educación para el desarrollo local, investigación educativa y proyectos de mejoramiento

educativo en la escuela.

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favorecer los objetivos y tareas de la educación para el desarrollo local. En esta línea se refieren algunas directrices que deben ser atendidas por la investigación educativa para lograr ese vínculo.

L A EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO LOCAL

Educar consiste esencialmente en hacer llegar a la persona los modos culturales necesarios para permitir la evolución social y la del individuo mismo. Autoras como Labarrere y Valdivia (1981) refieren que la base fundamental de la educación está en la interrelación de la acción transformadora del hombre sobre la naturaleza, la sociedad y sobre su propia transformación. Según Lenin (1976) : “[ …] el fin de la educación co munista parte de vincular los objetivos de la educación con las tareas del desarrollo social ” (p.157). Es por ello que en la sociedad cubana la educación debe asumir la responsabilidad de que se educa para llevar adelante el proyecto de sociedad próspera y sostenible.

El desarrollo social en todas sus facetas es para la sociedad cubana un referente teórico en la proyección pedagógica de los procesos educativos. Entre las tareas que tiene la educación en las labores de desarrollo social, debe destacarse que ella precisa encontrar las vías más efectivas para contribuir al avance del proyecto de país, en armonía con los proyectos de vida de las personas. Es vital lograr que los seres humanos se sientan implicados en la vida social de la nación como parte del mejoramiento de su propia vida.

En la medida que las actividades educativas favorezcan el tránsito de la dependencia a la independencia, mayor será la capacidad del proceso pedagógico para promover el desarrollo del individuo. En tales condiciones, se encontrará terreno más fértil para generar una acción social más transformadora. Algunos autores han trabajado desde el punto de vista teórico la educación para el desarrollo; por ejemplo, Djeakoumar (2001) plantea que la educación para el desarrollo:

Debe conducir a la toma de conciencia. ( …) Debe permitir a cada individuo tener las claves de su propio desarrollo dentro de la sociedad en que se halla. Permite relacionar los contenidos académicos con la formación personal para que cada persona tenga la posibilidad de participar en el desarrollo de su entorno... (p.15)

Tales aspectos permiten analizar regularidades que van encaminadas a un proceso de formación integral, de intercambio participativo para concientizar sobre problemáticas y situaciones que tienen lugar en ámbitos locales, regionales y que se insertan en los procesos globales; además, dicho proceso debe favorecer la interacción y el compromiso para la acción.

Las líneas esenciales que debe atender la educación para desarrollo, según refiere Celorio (1999) , se vinculan a:

Favorecer contenidos que asuman problemáticas que distingan el contexto local y comunitario y cómo estas son percibidas entre las personas.

Resaltar fortalezas existentes para conocer y mejorar el problema.

Analizar y explicar con múltiples perspectivas causas e interrelaciones.

Utilizar conceptos claros y fundamentos que demuestren las relaciones que tienen lugar.

Presentar temas, experiencias positivas para extrapolar buenas prácticas a nuevos contextos.  Utilizar materiales y recursos didácticos que sean conformados desde una perspectiva crítica.

(p.93)

Esta autora refiere que es importante utilizar las metodologías activas y de intercambio, que promuevan la participación, la investigación, la autonomía, el análisis y la comunicación.

En esta perspectiva, la educación que brinda la escuela tiene que involucrarse mejor en las dinámicas locales, ese entorno inmediato del centro educativo es una fuente para la educación. Pero tales espacios tienen determinadas necesidades de desarrollo y de un modo u otro se construyen estrategias para